
Olvidé que vivo con personas. Olvidé que no estoy sola.
Olvidé que puedo meterme en la vida de los demás, que puedo influir en ellos, que puedo influenciar a la gente, que puedo modificar sus vidas..
Se me olvidó que puedo jugar con otros, y me dediqué a jugar juegos de a uno.
Tengo miedo…O quizá, no tenga “miedo”…Pero lo cierto es que no me atrevo a modificar las vidas de las personas, ni me atrevo a cambiar en algo su ser, su rutina, su vida. Por qué? I wonder.
Sin embargo…sin embargo, me han recordado que yo también vivo…que yo también puedo vivir, y que puedo hacer algo para ellos, por ellos, en ellos…. Me he vuelto en la sombra que ya nadie nota, a pesar de estar todo el tiempo junto a nosotros, la sombra que en nada interrumpe nuestro andar, que no nos perjudica, y que tampoco nos beneficia. Me he cegado a mi realidad y me he transformado en una sombra, siempre aquí, siempre pasiva, siempre callada, siempre lejana.
Podré recuperar mi cuerpo, recuperar mi espíritu? Abandonar la oscuridad y salir a la luz? Si lo hiciera en estas condiciones, significaría mi exterminación. Mas si espero a recuperar mi antiguo Yo, y luego afloro, entonces todo estará bien.
No quiero que la luz me desvanezca.
Así como no deseo vivir lo que me queda de vida como una infinita sombra.
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