Abrázame mientras pierdo todo lo que tengo.
No es mucho -lo que tengo-.
Sin embargo, cuesta perder. Porque nunca regresarán.
Cada segundo que pasa es único. Cuando comprendí esto mi visión se nubló.
Fue un derrumbe en mi mundo.
Fue la primera vez que sufrí depresión.
Llorar sin saber por qué lloraba...
Oh, dulce niña, tus lágrimas no eran en vano.
Cariño, amada, corazoncito... Tus lágrimas eran por tu futuro. Era imposible que lo supieras, no te angusties...Llorabas interminablemente, no es así? Bien, las lágrimas de ayer fueron vertidas por las que no acuden hoy.
Llorar está vetado para las personas como yo. Los dioses no le conceden esta misericordiosa salida a quienes son libres.
Por eso, mis lágrimas son rojas, y mi pecho rezuma dolor.
Yo no lloro.
Cariño, tú llorabas por mí.
Pero... Lo siento, pero cuando dudaste, y me abandonaste, me perdí.
Sólo queda la oscuridad tras la caída del sol.
Un firmamento sin estrellas.
Una noche gélida, y el viento susurrando.
Mi único consuelo. Mi amigo.
Abrázame mientras voy cayendo, querido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario