Es este dolor en mi pecho el que me recuerda que aun sigo viva. y que la luz que antaño poseía no se ha alejado por completo de mi ser.
Cada vez que veo eso, mi cabeza recobra la conciencia, mi corazón vuelve a sentir algo y mi espíritu renace.
Pienso, siempre pienso, pero en esos momentos pienso de manera acertada. Creo que la humanidad no aprende de sus errores. Creo que hemos sido unos seres terribles con nosotros mismos, y que todos reconocemos, muy a nuestro pesar, que actuamos de igual modo que las personas suicidas o con tendencia a autoflagelarse: nunca terminamos de herirnos a nosotros mismos. Somos los seres que provocamos nuestro sufrimiento. Somos los únicos que nos hacemos daño. Somos quienes mantenemos nuestra tristeza y nos arrojamos de cabeza al precipicio, incluso cuando nos amarramos al roble, el instinto o la culpa pueden más.
Hemos pecado, si pecar significa errar.
Hemos errado. Pero qué tremenda novedad, podrán decir.
Pueden decir que ustedes han errado?
Que en SUS manos, no en las del vecino, no en las de aquellos que ya están bajo tierra, pueden decir que en sus manos corre la sangre de miles de víctimas? Son capaces de admitir que son asesinos?
Y no hablo de los animales que consumen a diario.
Hablo de que en mis manos está la sangre de mis innumerables víctimas humanas.
Y así como en las mías, en las del resto de la humanidad también.
Por qué? Porque no tienes cómo negarlo. No sabes qué hiciste antes de esto, ni qué harás en el futuro. Porque fuiste cavernícola y mataste para sobrevivir, porque fuiste huno y mataste para vivir, porque fuiste romano y mataste para expandirte, porque fuiste rey y asesinaste para mantenerte, porque fuiste Señor y mataste para demostrar tu grado, porque fuiste soldado y mataste por órdenes, porque fuiste campesino, porque fuiste ladrón, porque fuiste engañado, porque fuiste nazi, porque fuiste mesías, y porque fuiste el anticristo.
Mataste porque no creíste en la humanidad, porque no confías en la humanidad…
Mataste porque no amas a la humanidad….
Mataste porque eres una persona….
Mataste porque no entendías lo que significa la vida.
Mataste porque vivir como persona es asesinar.
Mataste porque creíste que era lo mejor.
Mataste por el bien de la humanidad.
Sin embargo, revisa hoy tus manos. Siente la verdad fluir de tu interior.
No quiero las lágrimas que se agolpan en tus ojos.
No quiero el dolor que punza tu pecho.
No quiero el dolor de tu corazón, ni quiero la tristeza de tu alma.
Sólo quiero que no seas injusto. Quiero que abras los ojos.
Quiero que despiertes y puedas comprender mis palabras.
Quiero que no pienses en esto sólo después de ver las películas de guerra, o las películas sobre discriminación, o las películas pensadas para conmover.
Quiero que vuelvas a ser quien eres.
Quiero que el dolor no sea en vano.
Quiero que puedas decirle al mundo aquello que necesitan.
Quiero que te desligues de la falsa tristeza, de la falsa agonía, del falso temor y la falsa debilidad.
Quiero muchas cosas, pero en verdad sólo una: quiero tu felicidad.
Yo puedo quererla, pero si eres como el resto, te encargarás de arruinarla, y de lastimar a otros en el intertanto.
Yo te amo.
Pero…Podrías decir lo mismo sobre ti?
Yo te amo y te perdono y te agradezco y te espero.
Por favor, regresa. Por favor, ven.
Que esto no sea sólo el ya conocido nudo en la garganta que te hace reflexionar y después se te olvida.
Que no olvides que te amo.
Siempre.
No olvides mi amor. No olvides tu amor.
No olvides qué es el Amor.
Y seca tus lágrimas, por favor.
Los errores siempre podrán ser remedados. Es cosa de que aceptes la oportunidad de enmendarlos.
Te amo.
Discúlpenme. Pero no van a entender.
Y así está bien.
Las lecciones son privadas, y simplemente el mensaje es lo que vale.
Por favor, discúlpenme…
E intenten considerar algo apenas de lo dicho.
Por favor, no se asesinen.
Por favor, no mueran…
Pues nadie espera sus muertes con ansias.
Y nadie está destinado a algo.
Son ustedes mismos los que se están matando.
Y yo, como siempre, vuelvo a cargar con sus emociones y pensamientos en mis hombros, incapaz de abandonarlos.
Sólo me gustaría que bastase con eso para liberarlos, mas sé que no es así.
Sin embargo, es el papel que me agrada desempeñar, aunque sea inservible.
Continuarán con la carnicería humana? Jamás se perdonarán a sí mismos?
Que esto no sea sólo la reflexión de una película.
Que signifique algo en alguien/algo….
Yo también te amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario